Bajo las estrechas calles de la antigua ciudad de Acre (Akko), en la costa de Israel, se encuentra una red de pasadizos excavados en piedra que ha vuelto a situar a los Caballeros Templarios en el centro de la curiosidad histórica. Estos túneles conectaban la fortaleza templaria con el puerto y formaban parte de la infraestructura defensiva y logística de la orden.
Construidos hace más de ocho siglos, los corredores servían para transportar mercancías, documentos y tesoros de forma discreta, y ofrecían rutas de escape durante los asedios. Los últimos avances en tecnología —especialmente el escaneo láser (LiDAR) y el radar de penetración terrestre (GPR)— han permitido mapear tramos que antes eran inaccesibles y confirmar la continuidad de estos pasajes bajo el casco antiguo.
«Caminar por estos túneles es retroceder en el tiempo: materias primas, piedras y la mano de obra de la orden se combinan en una obra que aún hoy asombra por su finalidad práctica y su sigilo».
Los templarios no eran solo guerreros y monjes: eran también administradores y estrategas. La existencia de una ruta subterránea hacia el mar sugiere la intención de ocultar bienes valiosos y asegurar provisiones en momentos críticos. Algunos historiadores plantean que la conocida "Torre del Tesoro" pudo estar ligada a estos pasajes, facilitando la salida o llegada de cargas sin atraer la atención enemiga.
La caída de Acre en 1291 ante las fuerzas mamelucas marcó el final de la presencia templaria en Tierra Santa, pero estos túneles permanecieron como testigos silenciosos de una era. La arqueología moderna, al ponerlos al descubierto, no solo confirma relatos antiguos sino que amplía las preguntas sobre el uso exacto y la extensión de esta red subterránea.
¿Qué se ha descubierto exactamente?
Los trabajos de investigación han documentado:
- Corredores revestidos en piedra con secciones que muestran reparación y reforzamiento.
- Conexiones directas entre la fortaleza templaria y zonas cercanas al puerto.
- Vestigios de almacenamiento y posibles cámaras pequeñas adaptadas para preservar objetos.
Implicaciones históricas
Más allá del interés arqueológico, el hallazgo ayuda a entender mejor la logística militar medieval: movilidad protegida, reservas estratégicas y la capacidad de las órdenes militares para organizar recursos a gran escala. Además, estos descubrimientos enriquecen la narrativa turística y cultural de Acre, contribuyendo a un patrimonio que mezcla mito e historia.
Acre fue una de las últimas plazas templarias en Tierra Santa y cayó en 1291, poniendo fin a su dominio en la región.
LiDAR y GPR permitieron trazar mapas subterráneos sin necesidad de excavaciones invasivas.
Curiosidades
- Algunos pasadizos parecen diseñados para transportar cargas, no personas, lo que sugiere un uso logístico predominante.
- La idea del “tesoro templario” ha alimentado leyendas, pero la evidencia arqueológica real tiende a mostrar almacenamiento cotidiano y objetos litúrgicos.
- Parte de la red ha sido parcialmente accesible al público en visitas guiadas, convirtiéndola en un atractivo turístico.
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